Att: Bertis Rivero

Sres. Fénix Salud, Ante todo, reciban un cordial saludo. Ya en calma, después del fallecimiento de mi mamá el pasado 12 de noviembre en el área de terapia intensiva de la clínica, deseo hacer un pequeño comunicado a la plataforma de atención al público, para expresar mi sincero agradecimiento. Sé que todo un equipo de profesionales entre médicos y enfermeras hicieron todo lo posible para salvarle la vida a la paciente Rosa Virginia Simanca (mi mamá), pero debemos saber que en algún momento hay que bajarle la cabeza Dios. De igual forma, deseo acotar que como familiar de un paciente en condiciones delicadas, la tristeza y la incertidumbre, arropan la estabilidad de quien está afuera y no puedo pasar por alto, toda la atención en diversos servicios y palabras de aliento que tuve de parte de la Sra. Consuelo Montañez, quien siempre se encargó que, de alguna manera yo me sintiera estable en las instalaciones exteriores de la clínica. Debo destacar que me trató como a alguien muy cercano y me brindó su compañía que durante 20 días se transformó en afecto. Hoy, agradeciendo tantas cosas, me doy cuenta que tuve la acogida y la humanidad de un gran personal que, aunque no se denote en el momento, es un plus de la clínica que tuve a mi favor. También extendido a Ámbar. A su vez, personalmente, también le otorgué mis más sinceras y honestas palabras de reconocimiento, al Dr. Gustavo Mago, quien no solo fue médico de cabecera de mi mamá, si no que se abocó a ser un gran ser humano empático y receptivo, en tiempos súper duros para nosotros como familia. A pesar de la adversidad, viví una experiencia llena de humanidad en Fénix Salud y eso jamás tendrá precio. Agradecida de todos. Dios les de sabiduría y calma para que, a diario puedan brindar a mucho mejores experiencias de las que me traje yo.