¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, haciendo que las mismas se hinchen y se recojan de forma constante. Los signos más claros son la dificultad al respirar, un silbido conocido como sibilancias, la tos y la opresión en el pecho.
Esta es una enfermedad bastante regular entre los niños y aunque los adultos también pueden padecerla, esta condición no tiene cura, pero con el tratamiento adecuado se pueden aliviar los síntomas que mejore la calidad de vida de los pacientes.
Tipos
Los tipos de asma son diversos y causados por diferentes razones, saber cual es el tipo de asma puede facilitar el tratamiento.
- Alérgica: es el tipo más común y el 80% de los afectados tiene adicionalmente otra afección alérgica. Se requiere de un agente alérgico, normalmente ambiental, para activar el ataque.
- No alérgica: no requiere de ningún agente para activar el ataque, aunque se desarrolla en presencia de factores genéticos y circunstanciales. Se presenta en edad adulta y afecta mayormente a mujeres.
- Estacional: este tipo se presenta en ciertas épocas del año, como el cambio de una estación a otra y la época de la fiebre de heno.
- Ocupacional: requiere de la exposición a ciertas sustancias (químicos, pinturas, aerosoles, insecticidas, gases…) para que se active un ataque, sin embargo, algunas personas pueden tener un ataque a las 24 horas de la exposición y otras luego de años.
- Por ejercicio: suele aparecer minutos después de una actividad física extenuante, como el ejercicio. Este tipo de ataques puede desatar otros síntomas; adicionalmente, la gran mayoría de los pacientes con la enfermedad suelen presentar este tipo de ataques también.
- Severa: se considera severa cuando no responde a los medicamentos al punto de que un ataque de este tipo puede ser mortal; una minoría de los casos entra dentro de este grupo.
Causas del asma
Las causas del asma no se conocen con claridad, pero lo más probable es que tenga relación con la predisposición genética de las personas que lo padecen. Por eso, los desencadenantes pueden ser diferentes según la persona.
Cuando se desencadena un ataque de asma las vías inflamatorias se inflaman y se tensionan los músculos que lo rodean, lo que provoca los síntomas que mencionamos antes. La mayoría de las veces que esto ocurre se debe a una reacción alérgica, aunque no son todos los casos. Entre los desencadenantes del asma:
- Ejercicio: la actividad física puede ocasionar que las vías respiratorias se constriñan
- El trabajo: algunos químicos, gases o polvo que se encuentra en ciertos lugares puede desencadenar el asma.
- Alergia: sustancias que están en el aire como lo puede ser el polen, el moho, los ácaros, residuos, partículas de piel, entre muchos otros.
- Clima: cambios drásticos en la temperatura de nuestro cuerpo.
- Infecciones respiratorias: un cuadro viral o una gripe puede afectar directamente nuestros órganos respiratorios y pueden provocar un ataque de asma.
- Emociones fuertes: ansiedad, angustia y mala gestión de emociones puede hacernos sentir sin aliento y causa que los síntomas del asma empeoren.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo del asma son:
- Antecedentes familiares: tener a un pariente cercano con asma; ya sea padre, madre o hermanos.
- Exposición a productos químicos.
- Infecciones respiratorias durante el primer año de vida incrementa el riesgo de un infante a desarrollar asma en los años posteriores.
- Nacer de forma prematura o con bajo peso.
- Obesidad.
- Predisposición a presentar alergias.
- Que la madre haya fumado durante el embarazo.
- Tabaquismo o ser fumador pasivo.
- Tener sibilancias en los primeros años de vida.
- Vivir en zonas con alto grado de contaminación ambiental.
Síntomas del asma
Los síntomas del asma dependen en gran medida del paciente que lo padece, la frecuencia con la que el mismo tenga ataques de asma puede ser constante o solo en momentos específicos como cuando se realiza actividad física.
Tales ataques pueden tener una corta duración o extenderse por largo tiempo, su desarrollo y control influye directamente sobre la forma como puede desenvolverse la condición y si la misma puede presentar un peligro.
Entre los síntomas más comunes están:
- Dificultad para respirar (Falta de aire, espasmos de tos, sentir la garganta cerrada, entre otros)
- Tos que puede o no venir acompañada de flema
- Dificultad para dormir producido por los demás síntomas
- Rigidez en el pecho que puede sentirse entre el cuello y el abdomen superior
- Intermitencia en el patrón de respiración (en general la exhalación se vuelve más larga que la inhalación).
Diagnóstico del asma
El diagnostico del asma se hace en niños mayores de 5 años y adultos con exámenes de la función pulmonar, tales como:
- Flujo espiratorio máximo.
- Espirometría.
- Medición del óxido nítrico.
- Oximetría de pulso.
Tratamiento del asma
El foco principal del tratamiento del asma es controlar la inflamación de las vías respiratorias, esta se puede realizar con diferentes medicamentos y limitando el contacto con las sustancias que pueden desencadenar la afección.
Hay dos tipos de medicamentos para controlar el asma, uno de prevención y otro de alivio rápido. El primero se utiliza con mayor regularidad en personas que sufren de asma crónica y el segundo para paciente de asma ocasional, aunque ambos pueden controlar sus síntomas teniendo un conocimiento adecuado de los desencadenantes.
Riesgos de no tratarse
Los riesgos de no tratar esta enfermedad varían en la gravedad y todos los pacientes con asma puede presentarlos:
- Interrupción de las actividades cotidianas.
- Crisis respiratoria, la cual puede terminar en la sala de emergencias.
- Paro respiratorio.
- Muerte.
Dato curioso
El asma, aunque puede afectar la vida diaria, no detuvo a atletas del nivel de Michael Phelps, David Beckham, Mo Farah y Dennis Rodman a la hora de conquistar todas sus metas deportivas.