El glaucoma es una afección que daña el nervio óptico del ojo, empeora con el tiempo y suele estar relacionada con una acumulación de presión en el interior del ojo. Normalmente esta enfermedad no se contrae hasta una edad más avanzada y a veces suele ser hereditaria.
El nervio óptico se encarga de enviar imágenes al cerebro y el aumento de la presión intraocular puede dañarlo. Si el daño se agrava, el glaucoma puede causar pérdida permanente de la visión o incluso ceguera total en pocos años.
Según la Glaucoma Research Foundation, el glaucoma es una de las causas principales de ceguera y solo el 10% de las personas que sufren esta afección reciben el tratamiento adecuado pueden perder la visión.
Causas del glaucoma
El humor acuoso, es un líquido que se encuentra en el interior del ojo y suele salir del ojo a través de un canal en forma de malla, si este canal se obstruye o el ojo produce demasiado líquido se acumula en el ojo, desarrollando así el glaucoma en el paciente.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El glaucoma afecta más que todo a los adultos mayores de 40 años, pero pueden padecerlo jóvenes, niños e incluso bebés. Entre las personas que tienen más probabilidades de sufrir glaucoma es porque:
• Tienen antecedentes familiares
• Son miope o hipermétrope
• Tienen problemas de visión
• Padecen de diabetes o hipertensión
• Consumen medicamentos con esteroides
Tipos de glaucoma
Existen dos tipos de glaucoma:
Glaucoma de ángulo abierto. Este tipo de glaucoma el más frecuente y también es conocido como glaucoma gran angular. Generalmente su evolución en muy lenta y el paciente no presenta síntomas.
Glaucoma de ángulo cerrado. Es conocido como glaucoma agudo o crónico, donde el ojo de la persona no drena como debería ya que el espacio de drenaje entre el iris y la córnea se estrecha demasiado, provocando en el paciente una repentina acumulación de presión en el ojo.
¿Cómo puedo identificar los síntomas del glaucoma?
Los síntomas del glaucoma de ángulo abierto aparecen en una fase avanzada de la enfermedad y el principal signo suele ser la pérdida de visión lateral o periférica.
Por otra parte, los síntomas del glaucoma de ángulo cerrado, suelen aparecer más rápidamente y son más evidentes. Entre los signos que presenta un paciente con este tipo de glaucoma se encuentran:
• Ver halos alrededor de las luces
• Perder la visión
• Enrojecimiento del ojo
• Vómitos
• Dolor y malestar estomacal
• Dolor ocular
La mayoría de las personas con glaucoma no presentan síntomas tempranos ni dolor. En Centro Clínico Fénix Salud te recomendamos que acudas regularmente al oftalmólogo para diagnosticar y tratar a tiempo el glaucoma.
Diagnóstico
Para diagnosticar el glaucoma se hace a través de una examinación de la vista que realiza el oftalmólogo. El especialista se encargará de comprobar si el nervio óptico presenta signos de glaucoma, así como también se encarga de realizar una series de pruebas para comprobar el campo visual y la presión ocular.
Tratamiento
El glaucoma de ángulo abierto suele tratarse con colirios, láser y microcirugía. Los médicos suelen empezar con medicación, pero la cirugía láser o la microcirugía tempranas podrían funcionar mejor en algunos pacientes.
La mayoría de los pacientes con glaucoma que son diagnosticados a tiempo, cumplen su plan de tratamiento y se someten a revisiones oftalmológicas periódicas pueden conservar la visión.
Desde el Centro Clínico Fénix Salud les recomendamos acudir a sus chequeos oftalmológicos de manera frecuente, con el objetivo de diagnosticar a tiempo si llega a sufrir de alguna afección ocular y así pueda ser tratada a tiempo.