Cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo. Esta fecha tiene el objetivo de concientizar y sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de esta condición, así como también busca promover la inclusión de las personas con Trastorno del Espectro Autista en la sociedad. En nuestro artículo de hoy, explicaremos qué es el autismo, sus causas y aclararemos cuáles son las características que diferencian el cerebro de una persona con autismo.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA), es una condición que afecta el neurodesarrollo de una persona y según Mayo Clinic, el TEA está comprendido por una serie de afecciones que anteriormente se consideraban independientes como: el autismo, el síndrome de Asperger y el trastorno desintegrativo infantil. Una persona con TEA, se caracteriza por presentar unos tipos de patrones de comportamientos restringidos y repetitivos, así como también dificultad para interactuar socialmente.
Hablemos sobre el autismo
Las personas autistas tienen una manera distinta de percibir el mundo y esto se debe a que el autismo es una condición genética que afecta el desarrollo del sistema nervioso y el funcionamiento cerebral. La Fundación Autismo en Voz Alta de Venezuela, asegura que este trastorno “afecta la manera en que la persona se comunica, socializa y experimenta el mundo que la rodea”.
Estudios señalan que aún no se ha determinado cuál es el gen que realmente se relaciona con el autismo y esto se debe a que existen más de cien posibles genes que se vinculan con el desarrollo de esta condición.
Cifras de autismo en el mundo
Para el año 2022, la Organización Mundial de la Salud asegura que uno de cada 160 niños tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Signos y síntomas de una persona autista
Las personas con autismo se caracterizan por tener dificultades para interactuar socialmente, así como también suelen presentar patrones de comportamientos restringidos y repetitivos. Pero esos no son los únicos signos que tiene un autista ya que entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Evitan tener contacto visual con una persona
- Tienen problemas para hablar y demostrar sus sentimientos
- Repiten frases o palabras
- Tienden a tener movimientos corporales estereotipados
- Prestan atención de manera excesiva a ciertos temas u objetos
- Son insistentes en su rutina diaria y rechazan la idea de tener algún mínimo cambio en su rutina
- Tienen dificultad para integrarse en un grupo de personas y para hacer amigos
- Suelen irritarse con facilidad ante algo que no les guste
Las personas con TEA pueden presentar una conducta hiperactiva, impulsiva o distraída, así como también un retraso en destrezas del lenguaje, de movimiento y de aprendizaje.
Por otra parte, los autistas suelen tener ciertas características que los diferencia de lo demás como: su curiosidad por ciertos temas, su pasión por los detalles, así como la sinceridad y honestidad que tienen para expresarse.
¿A qué edad se diagnostica el autismo?
Se tiene entendido que el TEA empieza en los primeros años de vida de un niño y que a medida que va creciendo puede presentar problemas para desenvolverse. Según el Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), el diagnóstico del TEA “se puede detectar a los 18 meses de edad o antes”, también aseguran que “muchos niños no reciben un diagnóstico definitivo hasta que tienen más edad”.
La Lic. Eleyca Arcia, psicólogo del Centro Clínico Fénix Salud, nos explica que el TEA se puede diagnosticar a partir de los seis años, a su vez se puede incluir multimodal asumiendo las áreas: neurológicas, con un apoyo farmacológico, terapia ocupacional y de integración sensorial, terapia del lenguaje para mejorar los aspectos de la comunicación, apoyo pedagógico y terapia familiar.
¿Cómo es el cerebro de un autista?
La sintomatología del autismo es complicada y variada, siendo difícil para los científicos encontrar una explicación exacta relacionada con el cerebro. Sin embargo, existen alteraciones neuronales y anatómicas presentes en el cerebro con TEA que presentan una concurrencia en los casos que es digna de destacar para la patología. Primero es importante mencionar que el mismo es un trastorno biológico, lo que indica que no está causada por factores externos sino internos.
En ese sentido, la corteza cerebral juega un papel importante y cuando la misma presenta lesiones graves la misma puede llevar a causar autismo. Desde un punto de vista neurológico, el TEA es producto de una manifestación de anomalías en la corteza prefrontal, que tiene una responsabilidad directa con la conducta social. Estas malformaciones y anomalías son producidas por mutaciones presentes en el ADN y que tienen relación con la formación de la plasticidad sináptica.
El cerebro autista entiende el mundo de una manera completamente diferente, entender esta perspectiva ha sido una larga trayectoria de estudios médicos que han abierto las puertas a comprender un poco más que esta condición proviene directamente del cerebro y no de su forma de relacionarse con los demás. Conocimiento que nos invita a mirar a los autistas con más empatía y comprensión.