La semana pasada, día 4 de febrero, se celebró el día internacional de la lucha contra el cáncer, una fecha que nos sirve para recordar la importancia de crear conciencia de una de las enfermedades que más produce muertes en el mundo entero. La promoción que se lleva a cabo en este día tiene la intención de promover su prevención y comprometer cada vez a más personas a fortalecer las acciones para mejorar el acceso a información, la detección temprana, la atención de calidad y el tratamiento.
¿Qué es el cáncer?
Según la OMS, el cáncer es un grupo de enfermedades que puede originarse en casi cualquier parte del cuerpo cuando un grupo de células anormales crecen de forma descontrolada, extendiéndose más allá de los límites normales generando una masa o bulto que se conoce como tumores malignos.
El cáncer no tiene cura conocida y es la segunda causa más grande de muertes en el mundo. Tal son estos números que se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres en el mundo sufrirá de cáncer en algún punto de su vida.
Por su característica de aparecer en cualquier parte del cuerpo, pueden haber diferentes tipos de cáncer según su lugar de origen, el tipo de tejido, según la etapa en la que se encuentre o según la anormalidad de sus células. Pero a pesar de esto hay factores de riesgo comunes que pueden acelerar su aparición y son ellos sobre los que tenemos que tener conciencia para prevenir individual y colectivamente la expansión de esta enfermedad.
Factores de riesgo
El cáncer puede ser prevenido y controlado, reducir su riesgo es posible si se toman en consideración los factores de riesgo en nuestra cotidianidad que no solo previenen una enfermedad de este tipo sino que también promueven un estilo de vida saludable, plena y llena de bienestar. Los mismos son los siguientes:
Consumo de tabaco: El humo del tabaco aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer en el pulmón, en la garganta, en el esófago, vejiga y riñón.
Excesivo consumo de alcohol: Existe una asociación alta entre la ingesta de grandes cantidades de alcohol con el riesgo de padecer cáncer de hígado, cabeza, cuello y esófago.
Exposición constante a radiación solar: El órgano más afectado por la exposición prolongada a la luz ultravioleta del sol es la piel, debido a que las radiaciones ionizantes son cancerígenas, es por eso que las radiografías pueden llegar a aumentar el riesgo de cáncer cuando se es sometido a las mismas de forma constante.
Mala alimentación: Nuestra alimentación juega un papel fundamental en la salud de nuestro cuerpo, lo idóneo es mantener una dieta equilibrada. Como sabemos todos los excesos son negativos, por ejemplo, ingerir alimentos saturados en grasas tienen una incidencia perjudicial en el colón, en los pechos y en la próstata, pudiendo conducir a un desarrollo de un cáncer en los mismos.
Falta de actividad física: Nuestro sistema inmunológico es nuestra línea de defensa contra bacterias, infecciones y enfermedades de todo tipo. Un sistema inmunológico debilitado aumenta la posibilidad de padecer un desarrollo anormal de células malignas.
Cáncer en Venezuela
Según los datos aportados por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela en el informe presentado para el 2021 que, en promedio, 3 venezolanos mueren de cáncer cada hora, 82 por día, lo que indica que un aproximado de 30.000 personas mueren de cáncer cada año en nuestro país. Estas cifras nos hablan de una responsabilidad que poseemos con nuestro sistema de salud y de un compromiso que tenemos con las personas que enfrentan esta condición diariamente.
Aunque no tiene cura, es una enfermedad tratable, y el recuperamiento exitoso del enfermo dependerá en alta medida de la etapa en que se encuentre el desarrollo del cáncer, el lugar y el tipo de tratamiento correspondiente, para esto es fundamental una prevención y detección temprana. No es un camino fácil, pero no es imposible.
La Clínica Fénix Salud cree en un futuro sin cáncer, y hoy reflejamos nuestro compromiso en la importancia de crear conciencia sobre la misma. La detección temprana de la enfermedad es fundamental para poder atacar y mitigar sus efectos a tiempo con la que podemos llegar a reducir la mortalidad considerablemente.
