Hoy 18 de febrero se celebra el Día Mundial del Síndrome de Asperger. Esta es la oportunidad perfecta para abrazar las diferencias y amar a estas maravillosas personas que nos enseñan a ver la vida de otra manera.

Mucho, y a la vez muy poco, se ha dicho sobre este tema, por lo que hoy más que nunca debemos esparcir la voz sobre estos singulares niños, mujeres y hombres que por la desinformación de la sociedad suelen pasar por extraños o caprichosas.

¿Qué es el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo, dentro del espectro autista, que afecta la interacción social, comunicación verbal y no verbal, generando dificultad para aceptar el cambio, inflexibilidad del pensamiento y campos de interés estrechos y absorbentes.

Cuando se posee el síndrome de Asperger, el cerebro funciona de manera distinta a la habitual, causando dificultades en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de pensamiento. Sin embargo, esto mismo les otorga grandes habilidades de memoria, pues se les hace muy fácil recordar gran volumen de hechos, fechas, direcciones, figuras y procesos.

¿Cómo son los niños con síndrome de Asperger?

La mayoría de los niños con síndrome de Asperger son muy brillantes, felices y cariñosos, pero cuando se comportan mal suele ser por sus dificultades de comunicación y la frustración y ansiedad que esto les causa. Los padres con hijos asperger tiene que tomar en cuenta que ellos usan un lenguaje levemente distinto, cargado de significados literales y libre de metáforas, y que, ante la oportunidad o dificultad de escoger entre varias opciones, se irán por sus gustos y rutinas, ya que prefieren tener un ambiente estructurado con rutinas y caminos conocidos.

¿Cómo son los adultos con síndrome de Asperger?

Las personas con este síndrome son muy observadoras, tienden a decir siempre la verdad, pueden llegar a ser unos genios en sus campos de interés, son muy nobles y leales; pero al mismo tiempo se caracterizan por la ausencia de contacto, dificultad para crear vínculos, despersonalizar a las personas, obsesión por mantener su ambiente igual e invariable, problemas de comunicación verbal y no verbal.

En la vida cotidiana, como seres independientes, estas personas pueden parecer aisladas (les cuesta o no saben cómo relacionarse) y más en ambientes donde deberían relacionarse con más de una persona, mal educadas sin darse cuenta porque les cuesta procesar los códigos de conducta no escritos, les resulta complejo darse cuenta de forma intuitiva cómo se sienten los demás y cómo lidiar con sus propias emociones, además, esto mismo, hace que en momentos se vean como seres explosivos.

¿Cómo ayudar a las personas con asperger?

Si quieres convivir y ayudar con personas asperger deberías saber que tu mejor herramienta siempre es la empatía, comprender cómo vive su vida una persona que a ratos no entiende ni puede procesar los desafíos sociales de su día a día, siempre va a ayudar a la convivencia. Otra cosa muy beneficiosa es conocer los campos de interés de esa persona para generar temas de conversación y confianza, también ayuda el explicar los conceptos sociales que para nosotros son básicos, usar un lenguaje claro y directo y comprender su necesidad de estabilidad y rigidez expresada en las rutinas.

Sabiéndolo o no, todos conocemos a una persona con asperger que hace nuestros días más brillantes y divertidos; recuerda, y hoy más que nunca en el Día Mundial del Síndrome de Asperger, que ellos nos muestran nuevas formas de ver el mundo desde una perspectiva más directa y observadora.

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