Una buena alimentación resulta es una prioridad para el crecimiento de un bebé, desde la primera hora de vida hasta los seis meses la leche materna es el mejor y el único alimento que puede garantizar satisfacer todas las necesidades de los niños recién nacidos, pero la alimentación no es el único beneficio que provee. Conoce la importancia de la lactancia materna y su beneficio tanto para el bebé como para la madre.

Dicen que un bebé es un gran maestro, porque desde su primera llegada al mundo te enseña a amar y está llena de sabiduría esa frase, pero mantener ese amor a medida que se convierte en un adulto es una responsabilidad que corresponde a la forma como lo cuidamos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la leche materna debe ser el alimento exclusivo de los bebés al menos hasta los seis meses, y que luego se combine este tipo de alimento con otros adecuados con la nutrición correspondiente a su edad. Esto se debe a que leche materna está compuesta de los nutrientes ideales para el niño, distribuidos en una cantidad ideal que el cuerpo femenino produce con la mayor eficiencia.

Componentes de la leche materna

Entre los componentes que se encuentran en la leche materna está más de un 80% de agua y el resto se distribuye entre:

Carbohidratos: que proporcionan al menos un 40% de la energía diaria del pequeño y promueven el desarrollo del sistema nervioso

Grasas: vitales para la evolución cerebral.

Proteínas: imperante para su crecimiento.

Vitaminas: que tienen una influencia integral en el bienestar del bebé como en el fortalecimiento de sus huesos, protección contra el raquitismo, entre otras.

Minerales y oligoelementos: fundamentales para prevenir la deficiencia de minerales en los bebés

Taurina, enzimas y hormonas: que juegan un papel clave en el crecimiento del bebé.

Bueno para el bebé, bueno para la mamá

Además de proporcionar una alimentación ideal para el bebé, la lactancia materna no solo genera beneficios para él, ya que la lactancia promueve la recuperación física de la madre, disminuye el riesgo de una hemorragia y recude la propensión a la depresión postparto. La OMS también informa que las madres que no amantan presentan un riesgo más alto de padecer cáncer de mama y de ovario.

De la misma forma, la lactancia estrecha los lazos entre madre e hijo, proporcionando beneficios emocionales y psicológicos para ambos que desde ese momento deben mantener un lazo invaluable que puede ser determinante para la vida adulta de ese pequeño que apenas está haciendo su camino en el mundo.

Lactancia responsable, bebé sano

La leche materna produce anticuerpos únicos que producen la primera línea de defensa en el bebé contra posibles enfermedades causadas por bacterias o virus, ya que el cuerpo de la madre está más capacitado para producir estos anticuerpos que el sistema inmunológico inmaduro del niño no puede generar por su cuenta.

Debido a esto hay una reducción fundamental en el riesgo a contraer enfermedades que se reflejan hasta la adultez, muchos estudios han clasificado las enfermedades más comunes que se previenen por la lactancia y entre ellas están algunas como el síndrome de muerte de cuna, diabetes, resfriados, entre otras.

Una lactancia responsable es la clave para un bebé sano, como vimos los beneficios son numerosos y en una integración completa de cada uno de ellos son la garantía de un crecimiento sano, un desarrollo cognitivo ideal y un sistema inmunológico fuerte.

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