Cuando un paciente padece de diabetes, su cuerpo no es capaz de procesar y utilizar adecuadamente la glucosa de los alimentos que consume. Existen distintos tipos de diabetes, cada uno con causas diferentes, pero todos tienen en común: tener demasiada glucosa en el torrente sanguíneo.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes se produce cuando el cuerpo no es capaz de absorber el azúcar (glucosa) en las células y utilizarlo como energía. Dando lugar a una acumulación de azúcar extra en el torrente sanguíneo. Un mal control de la diabetes puede tener graves consecuencias, ya que puede dañar algunos órganos y tejidos de nuestro cuerpo, como el corazón, los riñones, ojos y nervios.
¿Cómo se produce y por qué es alto mi nivel de glucosa en sangre?
El proceso de la digestión incluye la descomposición de los alimentos en diferentes fuentes de nutrientes. Cuando comes carbohidratos (pan, arroz, pasta), tu cuerpo los descompone en azúcar (glucosa). Cuando la glucosa está en el torrente sanguíneo, necesita ayuda para llegar a su destino final, que es el interior de las células del cuerpo.
La insulina es una hormona producida por el páncreas, un órgano situado detrás del estómago. El páncreas libera insulina en el torrente sanguíneo. La insulina permite que la glucosa entre en las células del cuerpo y proporciona la energía que los tejidos y órganos necesitan para funcionar correctamente.
¿Cuáles son los diferentes tipos de diabetes?
Existen diferentes tipos de diabetes y son:
Diabetes de tipo 1: es una enfermedad autoinmune, es decir, el cuerpo se ataca a sí mismo. En este caso, se destruyen las células productoras de insulina del páncreas. Generalmente suele diagnosticarse en niños y adultos jóvenes (pero puede desarrollarse a cualquier edad).
Diabetes de tipo 2: el cuerpo no produce suficiente insulina o las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina. Es el tipo de diabetes más común. Suele darse en personas de mediana edad y mayores.
Prediabetes: es la etapa anterior a la diabetes de tipo 2. Sus niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente altos como para que se le diagnostique oficialmente diabetes de tipo 2.
Diabetes gestacional: Este tipo se desarrolla en algunas mujeres durante el embarazo. La diabetes gestacional suele desaparecer después del embarazo. Sin embargo, si tienen diabetes gestacional, corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 más adelante.
Síntomas
Los síntomas de la diabetes son los siguientes:
- Aumento de la sed.
- Sensación de debilidad y cansancio.
- Visión borrosa.
- Adormecimiento u hormigueo en las manos o los pies.
- Llagas o cortes que cicatrizan lentamente.
- Pérdida de peso imprevista.
- Orinar con frecuencia.
- Infecciones frecuentes e inexplicables.
- Sequedad de boca.
¿Cómo se diagnostica?
La diabetes se diagnostica y controla comprobando el nivel de glucosa en un análisis de sangre. Existen tres pruebas que pueden medir el nivel de glucosa en sangre: la prueba de glucosa en ayunas, la prueba de glucosa aleatoria y la prueba A1c.
Importancia de comprobar el nivel de glucosa en la sangre
Comprobar el nivel de glucosa en sangre es importante porque los resultados ayudan a orientar las decisiones sobre lo que se debe comer, la actividad física y los ajustes o adiciones de medicación e insulina necesarios. Comprobar la glucosa se hace a través de un medidor de glucosa en sangre. Con esta prueba, la persona se pincha un lado del dedo, aplica la gota de sangre a una tira reactiva, inserta la tira en el medidor y se mostrará su nivel de glucosa en ese momento.
Tratamiento
Tratar la diabetes siempre dependerá del tipo, grado de control de los niveles de glucosa en sangre y de las demás enfermedades existentes. Los pacientes con diabetes de tipo 1, deben administrarse insulina todos los días, mientras que las personas con diabetes tipo 2, su tratamiento puede incluir medicamentos para la diabetes y las afecciones que son factores de riesgo para la diabetes, también se les recomienda que pierdan peso, consumir alimentos saludables y ser más activo físicamente.
Por último si la persona tiene prediabetes, el objetivo es evitar que evolucione hacia la diabetes. Los tratamientos se centran en los factores de riesgo tratables, como perder peso siguiendo una dieta saludable.