Los trastornos del sueño son de las afecciones más frecuentes y más subestimadas que existen. Se pueden desarrollar una desde edad muy temprana y, de no tomarse los correctivos necesarios a tiempo, estar presente hasta la edad adulta. Para prevenir la manifestación de cualquiera de estas alteraciones en los más pequeños de la casa, nuestra especialista, la Dra. Gracia Cobos, neurólogo pediátrico, explica cuáles son los síntomas a los que hay que prestarles especial atención.

¿Qué es un trastorno del sueño y cómo se manifiesta en niños?

Los trastornos del sueño son alteraciones o afecciones que producen cambios en la forma de dormir. Un trastorno del sueño afecta la salud, seguridad y calidad de vida en general del niño. La falta de dormir puede ser causada por trastornos conductuales, trastornos psiquiátricos o debido a parasomnias, que son afecciones fisiológicas que pueden ocurrir durante el sueño.

En niños y adolescentes, los trastornos del sueño suelen ser bastante frecuentes y del 20 al 30% de ellos necesitan algún tipo de intervención. Sin embargo, del 25% al 80% de los casos tienden a persistir en la infancia temprana hasta los 3 años de edad.

Los trastornos del sueño en el niño y adolescente difieren a los que aparecen en el adulto. La mayoría de ellos son específicos de la infancia, mientras que otros ocurren a lo largo de su desarrollo. En los adolescentes, puede que aparezcan por algún patrón irregular del sueño o la insuficiencia del mismo, mala higiene del sueño o hábitos inadecuados en la etapa escolar al momento de ir a la cama.

¿Cuánto deben dormir los niños según su edad?

  • Recién nacidos, alrededor de 14 horas.
  • Niños de 1 a 3 años, 12 horas.
  • Niños de 3 y 5 años, de 11 a 12 horas.
  • Niños de 6 a 12 años, de 10 a 11 horas.
  • Mayor de 12 años, 9 horas.
  • A partir de los 18 años, 8 horas.

Sé consciente de las etapas del sueño y vela porque puedan tenerlas sin molesias:

  1. Sueño de ondas lentas o sueño REM, dividida en cuatro fases, primeros 90 minutos.
  2. Sueño REM o sueño de movimiento de oculares rápidos (MOR), después de la primera hora y media posterior al sueño.

Entonces, ¿puede una siesta compensar una mala noche de sueño?

Dormir de día, pero no hacerlo durante la noche, también es considerado un trastorno del sueño

«No, no es así. Una siesta no puede compensar el sueño nocturno, puesto que cada niño debe cumplir con su ciclo de sueño completo, según las horas estipuladas para su edad» – Asegura la especialista.

Hay varios factores qué considerar en relación con los hábitos para conciliar, mantener y tener un tiempo de sueño adecuado. Es sumamente importante crear una rutina y enseñarles el valor que tiene su descanso con algunos hábitos que deben implementar y otros que deberá evitar.

  • Evitar consumir bebidas o alimentos estimulantes o alta en azúcares.
  • La cama está hecha sólo para descansar. Evitar comer o ver Tv desde allí.
  • Hacer actividad física con regularidad. Esta deberá hacerla con varias horas de antelación a la hora de dormir.
  • Desarrollar la costumbre de ir a la cama a la misma hora todos los días.

Recuerda, garantizarle un buen descanso, asegura un niño sano y dispuesto a jugar, ser productivo y llevar una vida adecuada para su edad.

 

 

 

 

 

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