pneumonia

 

Esclerodermia

 

La esclerodermia es una enfermedad autoinmune crónica que afecta la piel y otros órganos del cuerpo. En la esclerodermia, el sistema inmunitario ataca por error a los tejidos sanos del cuerpo, lo que provoca una acumulación de tejido cicatricial.

Las pruebas que se pueden realizar para diagnosticar la esclerodermia incluyen:

  • Análisis de sangre para detectar anticuerpos antinucleares (ANA), que son marcadores de la enfermedad autoinmune.
  • Radiografías de los órganos afectados, como los pulmones, el corazón o los riñones.
  • Pruebas de función pulmonar para evaluar la respiración.
  • Ecocardiograma para evaluar el corazón.
  • Ecografía renal para evaluar los riñones.

La esclerodermia puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en mujeres de entre 25 y 55 años. Es posible que sea causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Se clasifica en dos tipos principales:

  • Esclerodermia localizada: afecta solo a la piel.
  • Esclerodermia sistémica: afecta a la piel y a otros órganos, como los pulmones, los riñones, el corazón y el tracto digestivo.

Síntomas de la esclerodermia

Los síntomas de la esclerodermia pueden variar según el tipo y la gravedad de la enfermedad. Los síntomas más comunes de la esclerodermia localizada son:

  • Engrosamiento y endurecimiento de la piel, especialmente en las manos, los pies, la cara y el cuello.
  • Cambios de color en la piel, como manchas blancas, rojas o moradas.
  • Ulceras en la piel.

Los síntomas más comunes de la esclerodermia sistémica son:

  • Engrosamiento y endurecimiento de la piel, especialmente en las manos, los pies, la cara y el cuello.
  • Cambios de color en la piel, como manchas blancas, rojas o moradas.
  • Ulceras en la piel.
  • Fatiga.
  • Artritis.
  • Dificultad para respirar.
  • Problemas cardíacos.
  • Problemas renales.
  • Problemas digestivos.

Tratamiento de la esclerodermia:

No existe cura para la esclerodermia. El tratamiento se centra en controlar los síntomas y prevenir las complicaciones. El mismo puede incluir:

  • Medicamentos para reducir la inflamación.
  • Terapia física para ayudar a mantener la movilidad.
  • Cirugía para tratar las úlceras en la piel.
  • Oxígeno suplementario para tratar la dificultad para respirar.
  • Medicamentos para tratar los problemas cardíacos, renales y digestivos.

Recomendaciones para las personas con esclerodermia

  • Cuidar la piel para protegerla del daño solar.
  • Evitar el frío, ya que puede desencadenar el fenómeno de Raynaud.
  • Mantenerse activos y realizar ejercicio regularmente.
  • Seguir una dieta saludable y equilibrada.
  • No fumar.