¿Ya sabes qué harás en Semana Santa? Sea que vayas a la playa, a ver a tus amigos, a bañarte en la piscina mientras te comes una parrilla o sea que la vas a pasar la semana tranquila en casa, algo que no debe faltar y nuestro mejor consejo es: suelta tus problemas y descansa. Todas las personas están llenas de preocupaciones que pueden llenarnos de ansiedad y angustia, pero en el momento que estos se interponen en nuestro descanso se convierte en un problema que puede afectar de gravemente nuestro bienestar.
Un buen descanso es uno de los pilares fundamentales de una vida saludable y desarrollar una rutina de sueño positiva puede cambiar radicalmente esos hábitos que nos ayudarán a construir una vida exitosa, sea lo que signifique eso para usted. La calidad del sueño juega un papel importante en la forma como enfrentas cada día. Si al levantarse los ojos no quieren abrir y la cama lo llama como un abrazo pesado, es muy posible que se deba a una falta de sueño.
La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 7 horas de descanso al día, aunque estos números son un promedio entre las horas recomendadas por edad. No es lo mismo el sueño que necesita un bebé recién nacido a lo que necesita un adolescente en la cúspide de su vitalidad corporal. Pero el sueño no solo significa horas postrado en la cama, es imperante que el sueño sea de buena calidad.
Un sueño de buena calidad
Tener un sueño de buena calidad significa haber completado durante las horas en la cama un descanso completo, si este se alcanza o no, depende en gran medida de la impresión que tiene usted mismo cuando se levanta o cuando se desenvuelve en el día a día. Esto es un reflejo de que la calidad del mismo está estrechamente relacionada con los procesos cognitivos, fomentando un mejor ánimo y mejores mecanismos para enfrentar los problemas que nos afectan a nivel individual.
Los indicadores de un sueño de calidad dependen de varios factores como el horario de dormir y despertar, la duración del sueño, la facilidad de mantener el sueño y el tiempo que toma entre que se acuesta en cama y que cae finalmente rendido ante los brazos de Morfeo. Si alguno de ellos está presentando una alteración o perturbación que impida una jornada de descanso estable lo recomendable es evaluar con claridad el origen que puede estar causando el mismo.
La mente atraviesa diferentes fases de sueño cuando descansa, ciclos en los que la actividad cerebral se mueve entre la vigilia y el sueño profundo. Este último es el que nos ayuda a descansar plenamente y cuando se ve interrumpido solemos despertar desorientados y con un mal humor que se va a extender durante todo el día. Pero esto es evitable si sabemos construir buenos hábitos de sueño.
Hábitos de sueño saludable
Como dicen, el primer paso para resolver cualquier problema es reconocerlo y una vez sabemos que nuestro sueño se está viendo afectado de alguna manera la recomendación es buscar una causa en nuestros hábitos. Entre los que podrían estar afectando tu sueño y podrían ayudarte a mejorarlo están:
- Desconéctate: El uso el teléfono es una de las causas más comunes actualmente de una mala gestión del descanso, antes de dormir apaga todos tus dispositivos electrónicos y evita ponerles atención a las redes sociales, ese me gusta, ese comentario y ese mensaje puede esperar hasta mañana.
- Sé positivo: Los malos pensamientos son los que suelen hacernos dar vuelta en la cama, cuando nos preocupamos por lo que pasó o por lo que puede pasar estamos dejando de lado lo que necesita nuestro cuerpo en el presente. No dejes que todo lo que quieres decirle a tu amor platónico evite que duermas bien, descansa para que mañana tengas la mejor energía para decírselo.
- Una cama solo para dormir: Que tu cama sirva solo para dos cosas; amar y dormir. Haz de tu espacio de descanso un lugar de paz y contemplación solo Morfeo, construye un hábito que tenga un horario de conciliar el sueño y de salir de él, que tu cuerpo se acostumbre a estar cerca de tu cama y saber que es su lugar para descansar.
- Toma una siesta cuando tu cuerpo lo pida: Escucha tu cuerpo en todas las ocasiones y si en el medio de tu camino a casa estás viendo por la ventana de la camioneta, los ojos te pesan y los brazos empiezan a sentir hormigueos leves, o lo dudes: duerme. Sostén con fuerzas tu bolso y deja que tu cuerpo obtenga lo que tanto te está pidiendo.
- Cuidado con la alimentación: Todos sabemos lo difícil que es dormir con un estómago adolorido, así que evita comer cosas que puedan caerte mal durante la noche. De la misma forma como debes evitar comida y bebidas con cafeína o azúcar, que suprimen la presión del sueño.
- Actividad física: Un cuerpo cansado es un cuerpo es un cuerpo que necesita energía y lo va a buscar durmiendo, pero ten cuidado, el ejercicio también estimula la circulación del cuerpo y la mente, por lo que es recomendable terminar la jornada de ejercicio al menos tres horas antes de entrar a la cama.
Esta semana santa tendrás el tiempo para dedicarle a un buen sueño y recuperar todas esas energías que has agotado en las jornadas de trabajo, estudio, dedicadas a un mal amor o como sea que decidas utilizar las horas de tu día. Aprovéchala para construir un buen hábito de sueño, aprovéchala para construir tu camino seguro hacia el bienestar.