¿Cómo empiezas tu día? ¿Mirando el teléfono? ¿Pensando en las diligencias que tienes pendientes? ¿Yendo directamente a darte un baño o prepararte un café? Apenas despertamos el cuerpo está preparándose para la jornada que está justo frente a nosotros. Por lo que construir hábitos que nos permitan preparar nuestro cuerpo, alma y mente resulta de vital importancia para generar una vida llena de bienestar. Empieza cada día con el pie derecho con una rutina de meditación.
¿Qué es la meditación?
La meditación es una práctica que siempre ha acompañado al ser humano, originalmente era utilizada para profundizar en un entendimiento de fuerzas divinas, pero el tiempo nos ha demostrado que la energía más sagrada está dentro de nosotros mismos y el mejor camino para conocer la paz del paraíso es un viaje que se hace hacia nuestro interior. De manera que conectarte contigo mismo te permite entender mejor esos problemas que existen a tu alrededor y las herramientas que cuentas para afrontarlos. Desconectar para conectar. El objetivo principal de la meditación es concentrarte en el presente, así dejar de lado por un momento las preocupaciones del futuro y los malos recuerdos del pasado. Como resultado puedes brindarte un momento en el que puedas comprender que el ahora es lo más importante que tienes.
Beneficios de la meditación
Los beneficios de la meditación son abundantes: reduce los niveles de cortisol (una hormona responsable del estrés en nuestro cuerpo), aumenta la capacidad de atención, disminuye los niveles de la presión arterial, promueve nuestra memoria, mejora nuestra calidad de sueño y más importante de todo: ayuda nuestra salud mental. En un país donde nos enfrentamos a una vida agitada y llena de padecimientos que nos agobian con facilidad. Por lo que esta práctica puede ayudarnos a combatir esos problemas con una mente llena de claridad. Como resultado creando un cambio radical en tu vida.
Puedes realizar ejercicios de meditación a cualquier hora del día pero la mañana es un momento ideal porque tu día todavía no ha comenzado, tú mente está tranquila por lo que puedes prepararla llenándote de esa paz y calma que te ayudará a poner todo en orden. Para hacerlo no hay reglas estrictas, tan solo concederte un momento de calma es suficiente, durante el ejercicio solo debes poner tu concentración en una actividad que te despegue de la realidad. Entre ellas puedes:
- Leer y reflexionar: Un libro de enseñanzas es una forma ideal de adentrarse al mundo de la meditación. La biblia, libros de poesía, así como historias cortas de superación personal pueden tener las respuestas que buscamos. Toma un momento para reflexionar sobre sus significados y cómo puedes aplicarlos a tu vida.
- Una caminata de meditación: Caminar es un ejercicio práctico para relajar tu cuerpo y tu mente. Mientras lo haces, pon tu atención en el movimiento de tu cuerpo y cómo se llena de vitalidad mientras la sangre fluye a través de él. Aclara tus pensamientos y solo recibe los estímulos de las cosas que te rodean.
- Manifestar cosas positivas: Crea el hábito de expresar verbalmente tus necesidades, tus deseos y tus metas. Consideralo un mantra que señala tu camino y atrae cosas positivas hacia tu vida. Elige con tus propias palabras lo que eres y lo que mereces.
- Respira: Concéntrate solamente en tu respiración y la forma como tu pecho se llena y se vacía de aire. Solo presta atención al fenómeno universal que es la respiración.
La meditación es un ejercicio completamente personal, por lo que eres tú el responsable de encontrar uno que calce a tus espacios. Igualmente puedes encontrar en la sección de Wellness de nuestra página web, un catálogo de meditaciones guiadas con diferentes propósitos: descansar, mejorar tu sistema inmunológico, la relajación corporal y muchas más.