¿Qué hacer ante accidentes por fuegos artificiales?

Los fuegos artificiales, de uso extendido en todo el mundo durante las festividades navideñas, constituyen una de las causas más comunes de accidentes en niños y adultos, accidentes que pueden ocasionar quemaduras, mutilación de alguna parte del cuerpo o intoxicación  por el contenido de azufre, plomo y pólvora de los artefactos pirotécnicos, especialmente en el caso de los niños que al manipularlos  llevan sus manos a la boca sin haberlas lavado o, cuando el niño es más pequeño, los ingieren. 

Para prevenir los accidentes por la manipulación de fuegos artificiales se deben tomar las siguientes precauciones: no utilizarlos si se han ingerido bebidas alcohólicas; leer las instrucciones para su uso; encenderlos en lugares al aire libre colocados en el suelo, nunca en las manos, sin que apunten a lugares de riesgo tales como árboles, animales, casas, paneles de electricidad o bombonas de gas; nunca llevarlos en los bolsillos; si el artefacto no explota, no tocarlo aunque la mecha parezca apagada; no dejarlos al sol o cerca de sitios donde se genera calor. Recordar siempre que los artefactos pirotécnicos pueden causar incendios en el lugar donde se encienden o a distancia. 

Aunque a pesar de que se tomen todas las prevenciones siempre existe la posibilidad de que ocurra algún accidente cuando se manipulan fuegos artificiales, se debe estar preparado para saber qué hacer en ese caso.

En el caso de las quemaduras, si es de primer grado se debe actuar de inmediato. Lo primero que se debe hacer es lavar con agua limpia y natural para bajar la temperatura de la zona quemada y cubrir ésta con una compresa o tela limpia y húmeda; es muy importante tener presente que en ningún momento se deben aplicar cremas, lociones, agua oxigenada, aceite, sal, crema dental u otros de tantos llamados «remedios caseros» pues eso puede agravar más la parte dañada; no se debe remover la piel quemada ni reventar las ampollas que se pudieran formar. Lo más sensato es actuar de inmediato y si la zona quemada es grande, acudir a la emergencia médica. 

Si la quemadura es de segundo grado, las cuales provocan dolor y enrojecimiento fuerte, ampollas, inflamación y supuración, se debe refrescar la zona quemada con agua limpia y natural; no aplicar ninguno de los llamados «remedios caseros» y mientras se acude a la emergencia médica, recostar a la persona con los pies elevados 30 cm. Se debe tener presente que estas quemaduras requieren tratamiento de emergencia.

Con las quemaduras de tercer grado se pierden capas de la piel y se pueden ver secas, chamuscadas y con manchas. Puedan causar o no causar dolor. No se debe, por ninguna circunstancia quitar la ropa que quede adherida a la piel ni reventar las ampollas. Se debe refrescar la zona con agua limpia, envolver a la persona afectada en una sábana húmeda, recostarla (si no tiene la cara quemada), levantar sus pies, vigilar su respiración y acudir de inmediato a la emergencia médica.  

Si la lesión es en los ojos, no se debe frotar ni presionar estos; no se debe tratar de extraer partículas que se pudieran haber insertado en los mismos. Se debe buscar de inmediato la asistencia médica.  

Otro peligro del uso de fuegos artificiales, que generalmente afecta más a los niños y las niñas, es el envenenamiento por haber ingerido un artefacto pirotécnico, los cuales a veces vienen presentados en forma y colores que parecen pastillas o bolitas de caramelo. En caso de la ingestión se debe observar atentamente el estado de conciencia de quien lo ingirió además de su pulso y su respiración o si no hay signo de estos y llevar al accidentado, de inmediato, a la emergencia médica. 

La diversión con fuegos artificiales puede ser sustituida con actividades menos peligrosas que no pongan en peligro la salud de las personas y así se disfrutarán mejor las festividades navideñas.

FELIZ NAVIDAD.

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