Vivimos en una sociedad altamente estimulada por la tecnología y la inmediatez, herederos del occidente ansioso crecimos bajo la creencia de que todo lo que quieras es posible, alcanzar esa vida perfecta que parece solo real detrás de la pantalla, ir a ese lugar donde siempre has soñado o tener ese cuerpo de modelo que está editado bajo multitud de filtros de Photoshop. Lo queremos todo y lo queremos ya. Pero mientras no lo tenemos se inunda el pecho de insatisfacción, de angustia y de ansiedad, por no poder ser eso que parece que todo el mundo es con tanta facilidad. Cada vez que lo hacemos nos desviamos del ahora: el único momento que importa.

Es inevitable que el tiempo pase. Pasan los días, las horas y los segundos, pero sería un momento de ridícula reflexión ponerse a pensar en cómo llegan o a dónde se van, porque al final del día es el ahora, este momento que ni siquiera podemos explicar en términos del tiempo: lo único que importa y lo único que existe. Es entendible querer tener control sobre lo que sucederá pero no hay frase más cierta que “cuéntale a Dios tus planes si quieres hacerlo reír” y arraigarse a un plan a largo plazo a veces solo nos distrae de aprovechar las oportunidades que trae la vida en cada momento que nos regala.

 

Aprovechar las oportunidades del ahora

¿Alguna vez has visto una estrella fugaz? ¿Fuiste capaz de pedir el deseo en el tiempo que apareció y desapareció? Las oportunidades de la vida son como las estrellas fugaces: fugaces. Pueden aparecer en apenas un momento muy breve y si no se está preparado la perderás para siempre al igual que tu deseo se va con la estela de ese brillo en el firmamento. Sin embargo, esa no es razón para lamentarse, ¡el cielo es infinito! ¡el universo está repleto de estrellas fugaces! Y al igual que las oportunidades ¡seguirán apareciendo ante nosotros!

El futuro es un gran rompecabezas cuyas piezas van apareciendo mientras avanzamos, nunca tendremos todas las piezas en las manos. Pero no es el único enemigo del presente, también solemos pasar mucho tiempo ensimismados o cavilando sobre lo que ya no existe: el pasado.

Solemos cargar con los momentos que ya pasaron como si determinaran lo que somos ahora, y claro que influye en las consecuencias que tenemos que enfrentar, pero no son determinantes con las oportunidades que tienes en el presente. Recuerda lo que dijo Rafiki en el Rey León:

El ahora: el único momento que importa

 Aunque la vida se vuelva un ciclo y los días parezcan iguales cada uno de esos pequeños momentos de los que está construido la cotidianidad también guardan su belleza propia y vale la pena disfrutarlos en cada momento, toma el presente en las manos como un regalo que tiene mucho que enseñarte. El paraíso no existe después del horizonte sino en cada atardecer que ves en el mar mientras remas hacia ese futuro.

Cuando tomamos un viaje en tren y pasamos todo el camino pensando en el lugar al que vamos a llegar no estamos disfrutando plenamente lo que ese viaje tiene por ofrecer, la vida se parece mucho a un viaje largo en carretera que hacemos con nuestra familia a la playa. Claro que queremos llegar a la playa, pero ¿acaso no está llena de alegría esas risas en familia? Cuando tu primo, hijo o hermano se queda dormido con el cachete pegado a la ventana y su saliva se desliza por el vidrio llenándote de razones para reírte ahora.

Mindfulness

Según la psicología positiva el mindfulness es una practica donde puedes entrenarte para aprender a percibir cada momento presente a través de las emociones y los pensamientos, pero requiere un esfuerzo consciente para meditar sobre lo que sucede en el ahora.

Este se trata de una práctica de meditación en la que tienes que poner tu concentración en lo que sucede en el ahora, en ese momento que es el único que importa, en percibir los latidos de tu corazón y los roces de tu cuerpo con todo lo que puede tocar en el momento. Esta práctica permite ver con más claridad cómo enfrentar los problemas que te rodean y mejorar tu perspectiva para recibir con mayor atención las oportunidades que llegan a ti.

Hay muchas ventajas de esta práctica entre las que se encuentran:

  • Reducir el estrés
  • Liberar las tensiones cotidianas
  • Mejorar tu impulsividad
  • Mejorar tus problemas de atención
  • Fomentar la memoria y la concentración

Recuerda que leer este artículo también forma parte de ese presente que debes disfrutar y lo escribimos con las intenciones de que te rías, que lo leas con alegría y que lo internalices con atención, porque al final del día es el ahora el único momento que importa.

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