El 20 de enero se celebra el día nacional del pediatra y por eso en esta ocasión nos tomamos un momento para aclarar dudas con respecto a estos maravillosos doctores que se encargan de cuidar a los más pequeños de la casa.
¿Qué es la pediatría?
Es la rama de la médica que se encarga de la salud y asistencia medica de niños, niñas y adolescentes desde su nacimiento hasta los 18 años de edad (Mandal, 2019). Además, es una rama relativamente nueva, cuyo estudio comienza a mediados del siglo XIX.
¿Qué hacen los pediatras?
El pediatra se encarga de velar por el bienestar físico, mental y emocional de los niños antes, durante y luego de la enfermedad. Ofrece asistencia medica a los niños, niñas y adolescentes en estado agudo o crónico de enfermedad (Mandal, 2019).
¿Cuál es la diferencia entre un pediatra y un pediatra puericultor?
El pediatra se encarga de cuidar y curar a los niños, niñas y adolescentes en estado agudo o crónico de enfermedad; mientras que el pediatra puericultor se encarga del cuidado integral de los niños, su cuidado y desarrollo biopsicosocial, así como asesora a los padres durante el embarazo y en las primeras etapas de vida (EUROINNOVA, s.f.). También administran los efectos de calidad de vida, incapacidad y supervivencia del infante a mediano y largo plazo.
¿Qué diagnostican los pediatras?
Los pediatras pueden diagnosticar y tratar diversos casos clínicos en niños, entre ellos:
- Cánceres.
- Condiciones genéticas y congénitas.
- Daños.
- Enfermedades y disfunciones del órgano.
- Incapacidades funcionales.
- Infecciones.
- Problemas del comportamiento.
- Retrasos y desordenes de desarrollo.
- Tensiones sociales.
- Trastornos mentales, incluyendo desordenes de la depresión y de ansiedad.
¿Cuáles son los principales motivos de consulta?
Debes acudir al pediatra cuando veas estos signos en tu hijo o hija; son motivos por los que estar alertas, pero nada que no se pueda resolver con tu medico de confianza.
- Apetito: la carencia de apetito o vomito son señales de que hace falta una visita al pediatra.
- Cambios de humor: el animo es un indicador del estado interno del bebé, por eso si se le ve triste, irritable, débil o inactivo debería ser revisado por el doctor.
- Deposiciones: que el bebé deje de orinar por más de 12 horas o que haga heces blancas, negras o con sangre es motivo suficiente para consultar con el médico.
- Dificultad para respirar: hay que buscar ayuda de inmediato si el bebé tiene dificultad para respirar o su respiración de vuelve fatigosa.
- Fiebre: la fiebre siempre es señal de alguna enfermedad, sin embargo, hay que acudir al medico cuando la fiebre cuesta que baje con medicamento, el niño tiene mal aspecto o es menor de 3 meses.
- Llantos: aunque el llanto es la forma natural de los bebés de comunicarse, existen llantos que pueden ser motivos de consulta, ¡y una madre sabe cuando el llanto de su bebé no es habitual! Cuando el bebé no deja de llorar y nada lo calma ni apacigua, es apagado, inusualmente agudo o débil lo mejor es que lo vea un pediatra.
¿Cuándo acudir al pediatra?
La primera visita al pediatra debe ser al quinto o décimo día de vida y por el resto del primer año han de ser mensuales las visitas al pediatra. Luego las consultas al pediatra de hacen de forma trimestral hasta los tres años de vida y hasta los cinco se hacen de forma semestral. De ahí en adelante se hace una visita rutinaria anual.
Siempre que no haya enfermedad, sospecha de algún problema o dificultades en el desarrollo, este ha de ser el esquema de visitas al pediatra (Fundación Corachan, s.f.).