Solemos escuchar con frecuencia sobre la terapia del lenguaje, un tratamiento que ayuda a mejorar las habilidades de comunicación. Sin embargo, la fonoaudiología va más allá, porque es la ciencia que estudia y se encarga de evaluar, diagnosticar y prevenir trastornos del lenguaje: habla, voz y audición en personas de todas las edades.
En esta oportunidad hablamos con Rosaida Mendoza, fonoaudiólogo, quien nos explica cuándo acudir con un especialista y más detalles sobre el tema.
¿De qué se encarga exactamente el especialista en fonoaudiología?
Se encarga de la parte del lenguaje: el habla, la voz, la motricidad oral y audición. Generalmente es más conocida la terapia de lenguaje, pero es ideal complementarla con la fonoaudiología.
Evaluamos el habla, cuando se hacen las articulaciones de la palabra; el lenguaje, cuando observamos la manera en que se realizan las oraciones, es decir, si tenemos un buen concepto y si lo asociamos, la forma de cómo pensamos y cómo hablamos.
También trabajamos la disfagia -dificultad para tragar alimentos o líquidos- en pacientes con enfermedades como Parkinson, alzhéimer o que padecen de accidente cerebrovascular (ACV). Asimismo, evaluamos la voz. Hay cantantes que acuden a nosotros para realizar ejercicios de respiración y relajación.
La motricidad oral también forma parte de nuestras evaluaciones. Si no tenemos un buen movimiento en la motricidad nos va a costar muchos fonemas (letras).
“Un fonema es la unidad fonológica mínima que, en un sistema lingüístico, puede oponerse a otra unidad en contraste de sentido. Por ejemplo: el fonema /s/ puede oponerse al fonema /r/ en las palabras casa y cara, ya que el mensaje transmitido (significado) varía en cada una” (Pérez Porto y Gardey, 2009).
¿Cuáles son los estudios audiológicos que comprende la fonoaudiología?
Realizamos el estudio de audiometría tonal y vocal. Este se realiza en una cabina que contiene diferentes frecuencias que nos permite identificar si la persona escucha o no. También hacemos potenciales de tallo cerebral para los niños, un examen para evaluar si tienen audición cuando están pequeños.
Cuando se trata de recién nacidos hacemos emisiones otoacústicas que determinan si el bebé escucha o no. Si no escucha, se realiza el estudio de potenciales de tallo cerebral.
Por otra parte, hacemos timpanometría, un estudio que ayuda a saber si la persona tiene líquidos o no en el oído.
Como fonoaudiólogo, ¿cuáles son los trastornos de la comunicación (y asociados) que se ven con mayor frecuencia en consulta?
Vemos la dislalia cuando son niños, trastorno del lenguaje que se manifiesta con una dificultad de articular las palabras; y en los adultos la afasia, dificultad de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica, en consecuencia del ACV. Hay personas que sufren de esta lesión cerebral y quedan con dificultad para tragar.
¿Cuáles son los beneficios del método Tomatis?
Tomatis es un método neurosensorial alternativo, que no sustituye a la terapia del lenguaje, pero que sirve como complemento de la misma.
El método se realiza por medio de tres fases y para ver resultados la persona debe hacerlas completas. Cada fase se realiza en 13 días con una duración de 40 minutos, el paciente descansa un mes y vuelve el siguiente. El beneficio de esta terapia es que nos ayuda con la concentración, la memoria y el lenguaje, porque comprende varios programas, dependiendo de lo que el niño o adulto necesite. Puede ser música de Mozart, canto gregoriano, vals, entre otros. En estos momentos tenemos los últimos equipos, que son inalámbricos, así que el paciente puede estar en su terapia y hacer su método en simultáneo.
¿Cuáles son las señales de alerta que nos indican que hay que acudir con el fonoaudiólogo?
En el caso de los niños, si se nota que no avanza en el lenguaje, los padres o representantes deben llevar a sus hijos con un especialista en fonoaudiología. Se hace una evaluación para ver qué es lo que está pasando como, por ejemplo, si tiene retardo del lenguaje o un trastorno.
Si el niño grita, si no presta atención ante un sonido o está muy distraído, todas estas son alertas que pueden estar afectando la parte de la audición. Cada niño que nace debería ser evaluado con emisiones otoacústicas para que los padres sepan si el niño está escuchando bien o si no lo está haciendo. Nos ayuda a saber cómo va su desarrollo.
En caso de los adultos, si padecen de un ACV, enfermedad de Parkinson o alzhéimer son pacientes que también deberían acudir con un fonoaudiólogo.
Cabe destacar que no hay prevención para los trastornos del lenguaje, estos se presentan y por eso hay que estar alerta a las señales.