Los fibromas uterinos no implican peligrosidad, pero es necesario llevar un control con nuestro ginecólogo.

¿Qué son los fibromas?

También conocidos como “leiomiomas” o “miomas”, los fibromas son unos pequeños tumores no cancerosos que se forman alrededor de la pared del útero y se presentan en las mujeres cuando están en su edad fértil. El tamaño de los fibromas puede ser desde el más pequeño que es difícil de encontrar, a uno de gran tamaño en donde los tejidos y células musculares se va expandiendo por todo el útero.

Una mujer puede presentar varios fibromas o tener uno solo y muchas veces algunas mujeres pueden estar expuestas a tener fibromas uterinos en algún momento de su vida.

Tipos de fibromas

Los fibromas se clasifican según el lugar del útero en donde se encuentren. Existen tres tipos de fibromas que son:

Fibroma subseroso: Se forma y difunde en el exterior del útero (membrana ósea). Generalmente causa molestias debido a que su gran tamaño le ejerce presión en los órganos internos de la mujer.

Fibroma submucoso: Este fibroma es el más grave de todos y se desarrolla en la parte baja de la cavidad uterina. El tamaño del fibroma hace que la cavidad uterina aumente de tamaño logrando bloquear las trompas de Falopio y también causándole complicaciones con la fertilidad de la mujer.

Fibroma intramural: Se desarrolla en la pared interna del útero y se expande por todo su interior, estos fibromas son los más comunes entre las mujeres que padecen de estos tumores benignos. Cuando el fibroma termina de expandirse hace que el útero se sienta más grande de lo normal y a menudo la mujer suele confundirlo con un embarazo.

Síntomas

Los fibromas uterinos usualmente no producen síntomas y generalmente suelen descubrirse cuando la mujer se hace una ecografía o un examen de suelo pélvico, a pesar de eso, hay algunas pacientes que si presentan síntomas y las señales pueden manifestarse según su tamaño, cantidad y ubicación de la siguiente manera:

  • Dolor abdominal.
  • Problemas para orinar.
  • Cólicos y dolor pélvico.
  • Estreñimiento.
  • Necesidad de orinar con frecuencia.
  • Molestia en la espalda y piernas.
  • Abundante sangrado durante la menstruación.
  • Dolor durante el acto sexual.
  • Problemas reproductivos, como abortos espontáneos, infertilidad o parto prematuro.
  • Larga duración de la menstruación.

¿Cuáles son las causas de los fibromas uterinos?

Todavía no se ha conocido la causa definitiva del porqué se producen los fibromas uterinos, pero investigaciones médicas explican cuáles pueden ser algunos de los factores para la formación de los fibromas y son los siguientes:

Las hormonas: el estrógeno y la progesterona son dos hormonas que se producen en los ovarios y pueden estimular el crecimiento y la formación de los fibromas.

Por herencia: los fibromas se pueden desarrollar en el útero por herencia de algún familiar. Si tu abuela, tía, hermana o mamá han tenido fibromas, lo más probable es que tú también los desarrolles en algún momento de tu vida.

Otros factores como la obesidad, la deficiencia de vitamina D en el cuerpo, ingerir carnes rojas, comer pocas frutas, vegetales y consumir bebidas alcohólicas, ayudan a que una mujer se le formen y sufra de fibromas uterinos.

Tratamiento para los fibromas

Si presentas algún síntoma o sospechas que tienes un fibroma, lo ideal sería acudir con tu ginecólogo para que te realice una ecografía o un examen de suelo pélvico. Lo más probable es que te mande medicamentos para que puedas calmar los dolores, y dependiendo del tamaño y lugar en donde se encuentre el fibroma, se pueden realizar procedimientos quirúrgicos como la histeroscopia, laparoscopia o laparotomía, algunos de ellos van a permitir extirpar el fibroma.

A medida que van pasando los años, los avances médicos cada día van mejorando, aún se sigue estudiando y realizando investigaciones para saber por qué se producen los fibromas uterinos. Todavía no existe un medicamento que nos ayude a prevenir estos tumores uterinos, pero en Fénix Ciudad de Salud te sugerimos que trates de llevar un estilo de vida saludable y una alimentación balanceada para que disminuyas el riesgo de desarrollar un fibroma.

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