¿Qué es lo más preciado qué tienes? Una pregunta difícil con respuesta sencilla, como preguntarse cuál es nuestro sabor de helado favorito o cuál es el nombre de nuestra primera mascota. Lo más preciado que tenemos tiene la forma de uno de esas preguntas sencillas. Lo más preciado es algo que apreciamos, que podemos sentir en nuestros pequeños momentos de vida que se van acumulando en esas páginas de la memoria. Y ¿qué pasa cuando esas pequeñas monedas de oro se escapan de su caja de madera? Que pasa cuando lo más preciado se vuelve en una amenaza de una lucha contra la memoria.

El Alzheimer es un trastorno mental que va deteriorando la conexión neuronal de forma paulatina afectando directamente la capacidad de memoria y otras funciones mentales de importancia. A su vez, estas inciden en el comportamiento y nuestras habilidades sociales. Lo que convierte las tareas cotidianas y el día a día en una confrontación constante para el que padece de la misma. Y el cuidador debe empezar a encargarse de dos vidas.

No se conoce un tratamiento efectivo para el Alzheimer, ni cura, ni procedimiento quirúrgico milagroso. El Alzheimer es un reto que demuestra nuestra compasión y solidaridad como seres humanos. Nuestra hermandad y capacidad de cuidar, de tomarnos de la mano para crear juntos un bienestar. Para facilitar la lucha contra la memoria de los pacientes. Que durante esta última etapa, la vida se parezca o tenga al menos los tintes de aquellos recuerdos preciados que ya no están ahí.

Si quieres conocer más sobre esta enfermedad te invitamos a leer nuestro artículo Día Mundial del Alzheimer 

¿Cómo se lucha contra el olvido?

La batalla contra el Alzheimer no es una que debemos pelear con la intención de ganar, ni siquiera con la intención de pelear. En cambio, verla como un largo viaje en el que estamos inevitablemente embarcados, lleno de obstáculos y dificultades. Pero también de pequeños momentos de lucidez, en los que te sientas con calma a disfrutar del café mientras miras el amanecer detrás de la ventana de cocina.

Entonces, empecemos con entender que somos un compañero de vida y no de batalla. Que estamos ahí para hacer que cada momento en el presente valga la pena hasta el final. Marcando un camino a través de la rutina, la cotidianidad y esos breves momentos, que este lleno de la grandeza de lo sublime y lo hermoso.

Una lucha contra la memoria

Recuerda que si eres un cuidador de una persona con Alzheimer, tus aliados son la simplificación, la rutina, las conversaciones sencillas, el cariño, la afectividad y la paciencia, mucha paciencia. Tu objetivo principal es hacer del ambiente donde están un lugar seguro, un lugar cómodo y que se sienta como un hogar. Para eso, tu herramienta principal es el amor, la compasión y la empatía.

El 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, y este artículo es un recordatorio de que no es lucha fácil. Ni para el enfermo, ni para quienes lo rodean. Pero eso no significa que sea una lucha imposible, y mucho más cuando tenemos una perspectiva más positiva de ella. Viéndola como una aventura y no una odisea.

El mindfulness es una estrategia de meditación que nos permite practicar esta perspectiva, de disfrutar de cada uno de los momentos y de sentirnos presentes en lo que sucede. Teniendo una visión más positiva de los días que compartimos con las personas que queremos. Y así construir, pieza a pieza, un camino que se parezca a un hogar.

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